¿Podría una tormenta solar golpear la Tierra?

Con el clima en la Tierra cada vez más extremo cada día, podrías pensar que tienes suficiente de qué preocuparte. Pero, ¿sabías que también hay tormentas en el espacio?

Una tormenta solar es una erupción de masa y energía que ocurre en la superficie del sol. Estas tormentas solares pueden durar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Incluso pueden impactar la Tierra de manera significativa, pero eso plantea la pregunta: ¿Podría una tormenta solar golpear la Tierra? Echemos un vistazo al clima espacial y cómo puede afectarnos.

A simple vista, el sol puede parecer estático, plácido y constante. Pero en realidad, nuestro sol es un enorme reactor termonuclear, que fusiona átomos de hidrógeno en helio y produce temperaturas de millones de grados e intensos campos magnéticos. La capa exterior del sol es como una olla de agua hirviendo, con burbujas de gas electrificado caliente (electrones y protones en un cuarto estado de la materia conocido como plasma) que circulan desde el interior y estallan en el espacio.

Los científicos creen que las partículas cargadas de alta energía son liberadas del sol por las erupciones solares que brotan de la superficie del sol y por los choques que se forman al frente de las eyecciones de masa coronal (CME). Esto significa que nuestro sol baña la tierra y el resto de nuestro sistema solar con partículas cargadas eléctricamente y campos magnéticos. Estos estallidos solares son una forma de clima espacial.

Un estallido solar de energía magnética puede incluir erupciones solares, vientos solares de alta velocidad, partículas energéticas solares y CME. Una CME grande puede contener mil millones de toneladas de materia que puede acelerarse a varios millones de millas por hora en una explosión espectacular. El material solar fluye a través del medio interplanetario, impactando cualquier planeta o nave espacial en su camino. Una nube CME también puede surgir del sol en cualquier dirección, pero una CME solo impactará en la Tierra cuando ocurra en el lado del sol que mira hacia nosotros. En otras palabras, para que una tormenta solar golpee la Tierra y cause un impacto, la nube de CME tendría que estar dirigida hacia nosotros.

Cuando una nube CME atraviesa el viento solar, se pueden producir partículas energéticas solares de alta velocidad y, debido a que están cargadas, deben seguir las líneas del campo magnético que impregnan el espacio entre el sol y la tierra. Por lo tanto, solo las partículas cargadas que siguen las líneas del campo magnético que se cruzan con la Tierra provocarán impactos.

Cuando las partículas cargadas de una tormenta solar siguen las líneas del campo magnético hasta la Tierra, chocan con el campo magnético de la Tierra y los cinturones de radiación atrapados, lo que puede causar una aurora. Una aurora se forma cuando las partículas magnéticas del viento solar interactúan con la magnetosfera de la Tierra.

Estas mismas partículas también pueden producir sus propios campos magnéticos, que pueden modificar nuestro campo magnético. La cantidad de actividad geomagnética del sol varía en ciclos de 11 años, lo que significa que hay momentos en que la actividad solar y las tormentas solares son más frecuentes. Sabemos esto porque la gente ha estado observando las auroras y haciendo dibujos de ellas durante miles de años.

¿Pero son peligrosas las auroras? La sociedad moderna depende de tecnologías que, de hecho, son susceptibles a los extremos del clima espacial. Las fuertes corrientes eléctricas impulsadas a lo largo de la superficie de la Tierra durante las auroras pueden afectar las lecturas de la brújula y contribuir a la corrosión de los oleoductos y gasoductos. Una tormenta solar particularmente fuerte podría tener efectos graves, como subidas de tensión que desconecten la red eléctrica, lo que puede provocar apagones y apagones, o interrumpir el servicio de telefonía celular.

Los cambios en la ionosfera durante las tormentas geomagnéticas también pueden interferir con las comunicaciones de radio de alta frecuencia y la navegación del Sistema de Posicionamiento Global. El efecto de estas tormentas geomagnéticas puede persistir en la magnetosfera y la atmósfera de la Tierra durante días o incluso semanas.

A medida que crece la dependencia de la sociedad en los sistemas tecnológicos, también crece nuestra vulnerabilidad a las tormentas solares. El objetivo final en el estudio del clima espacial es obtener la capacidad de predecir eventos y condiciones en el sol que podrían producir efectos sociales y económicos dañinos con suficiente precisión y con suficiente anticipación para permitir que se tomen medidas preventivas o mitigadoras.

Entonces, ¿podría una tormenta solar golpear la Tierra? En resumen, sí, estas tormentas pueden afectarnos, pero no son tan intensas como te imaginas.

¿Te interesa la ciencia y la innovación? Nosotros también. Obtenga más información sobre nuestra gente y la vida en Northrop Grumman, o consulte nuestras oportunidades profesionales para ver cómo puede ser parte de la definición de posibles.